Su enorme sonrisa al cruzar la línea de meta iluminó su momento de triunfo. Su sólido puesto entre los diez primeros de una flota récord de 40 participantes es un resultado excelente. Pero su posición tendrá matices agridulces y un nivel de inmensa satisfacción personal. A cinco días de la línea de meta, mientras se encontraba en el quinto lugar y enfrascado en un duelo encarnizado por el cuarto lugar, la vela mayor de Goodchild se partió en dos y siguieron 48 intensas horas de reparaciones que le permitieron seguir adelante y terminar su Vendée Globe.
A lo largo de todo su recorrido, Goodchild ha demostrado una notable madurez, regularidad y un talento sobresaliente. Además de demostrar que es capaz de mantener velocidades medias elevadas, marcando el ritmo de los mejores barcos de nueva generación con un diseño 2019, es un experto en marcar su propio nivel y en cuidar su barco, que no ha tenido grandes problemas. Pero, frente a los mejores regatistas del mundo, el patrón inglés se ha destacado como un excelente estratega meteorológico, que se muestra dispuesto a respaldar sus propias decisiones. Su opción estratégica tras la salida, ligeramente al este de sus principales rivales habituales, le permitió liderar la Vendée Globe el día de su 35º cumpleaños frente a las costas portuguesas en su descenso por el Atlántico y ser tercero en la travesía por el Ecuador.
Y en el ascenso de regreso al Atlántico Sur, nuevamente tomó su propia decisión en el frente frío de Cabo Frio, donde subió al cuarto lugar, compartiendo el liderato del 'pelotón' con su rival francés Jérémie Beyou (Charal) durante más de una semana hasta que su vela mayor falló espectacularmente en medio de fuertes vientos y mares cuando su piloto automático se soltó momentáneamente.
Con vientos de más de 30 nudos en ocasiones y olas que le arrasaban la cubierta, Goodchild logró reparar de forma sustancial su vela mayor , que estaba rota de lado a lado, de la orza a la baluma. Puede que haya perdido algunas posiciones debido a este incidente, pero su regata ya había demostrado lo completo y talentoso que es como regatista oceánico. Muchos observadores experimentados en Francia, donde vive, destacan su actuación como una de las más destacadas de la regata y hablan de que es una perspectiva aún más interesante para los próximos años y, de hecho, para la próxima Vendée Globe en 2028.
Antes de comenzar la Vendée Globe, que ha sido un objetivo desde que era un joven regatista, Goodchild se aseguró de haberse convertido en un regatista oceánico completo. Después de años de formación entrenando y compitiendo en la clase Figaro con la Academia Artemis de Gran Bretaña, compitió en la Clase 40, fue seleccionado personalmente por las mejores campañas de multicascos Ultim como Sodebo y Spindrift y para la Volvo Ocean Race. Al regresar a La Solitaire du Figaro en 2020, en la última etapa estuvo a un cambio de viento adverso de ganar la general. Lideró un equipo para ganar el Ocean Fifty Pro Sailing Tour en 2021 antes de pasar al IMOCA de TR Racing, en el que el año pasado ganó la serie IMOCA Ocean Globe.
Goodchild, que creció en un barco en el Caribe antes de establecerse en Falmouth, Cornwall, tomó la delantera de la carrera el segundo día después de la salida y lideró la clasificación 24 veces. Sus problemas técnicos, que resolvió, incluyeron principalmente su sistema de piloto y timón, que lo obstaculizaron al principio de la carrera y al entrar en el Océano Índico. Su vela J0 cayó al agua el 22 de diciembre y le llevó horas recuperarla intacta con éxito, lo que resultó ser una "victoria". Dobló el Cabo de Hornos en noveno lugar, pero ascendió al cuarto lugar al norte de Río y en quinto lugar estaba a solo 3 minutos y 39 segundos detrás de Beyou en el Ecuador en el regreso hacia el norte.
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