Los patrones de la Vendée Globe se han embarcado en la más famosa y desafiante de las circunnavegaciones, con más de 24.000 millas náuticas para recorrer en solitario, sin escalas y sin asistencia.

Sólo un barco, el Conrad Colman (MS Amlin), no pudo cruzar la línea de meta a tiempo debido a un problema técnico. Los vientos suaves de sólo 4 a 7 nudos y el sol radiante permitieron una entrada tranquila en la regata, tras una mañana particularmente emotiva. Los regatistas soltaron amarras entre las 08:00 y las 10:00, tras despedirse de sus seres queridos en el muelle. A continuación, descendieron por el legendario canal de Les Sables d'Olonne ante cientos de miles de espectadores que se habían reunido para la ocasión desde primera hora de la mañana.

Los últimos miembros del equipo a bordo saltaron al agua para ser recogidos por las lanchas de apoyo cinco minutos antes de la salida, dejando a los patrones finalmente solos y capaces de concentrarse únicamente en la carrera. Se espera que el viento aumente ligeramente más tarde hoy, antes de que los competidores afronten la primera noche de muchas en solitario en los vastos océanos del mundo.

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